Anteriormente hemos comunicado que el 23 de octubre un grupo de radicales había irrumpido en un cementerio bahá’í cerca de Qa’emshahr (Mazindarán, Irán) bajo el silencio de la madrugada y que, armados con grandes tractores destruyeron el 80% de las lápidas del cementerio. Posteriormente, este terreno -propiedad de los bahá’ís desde hace unos 100 años- fue atacado en 2 ocasiones más, en la primera ocasión (el 3 de noviembre) había bahá’ís presentes en el lugar con lo que se evitaron mayores daños.
En la segunda ocasión, el 22 de noviembre al rededor de las 4 de la madrugada, el grupo de invasores cortó la electricidad del lugar y procedió con la destrucción de las pocas lápidas restantes, seguida de un allanamiento del terreno con el objetivo de no dejar ni una traza de que hubiera existido algo en el pasado… Un bahá’í presente en el momento del incidente intentó detener a los asaltantes, pero resultó gravemente apalizado y abusado.
Aquellos familiarizados con estos incidentes puede que sepan que desde que un tal “Muhed” fue nombrado Jefe de la Inteligencia en la provincia de Mazindarán, diversos grupos extremistas han ganado apoyo por sus ilegales e inhumanas acciones.
En la segunda ocasión, el 22 de noviembre al rededor de las 4 de la madrugada, el grupo de invasores cortó la electricidad del lugar y procedió con la destrucción de las pocas lápidas restantes, seguida de un allanamiento del terreno con el objetivo de no dejar ni una traza de que hubiera existido algo en el pasado… Un bahá’í presente en el momento del incidente intentó detener a los asaltantes, pero resultó gravemente apalizado y abusado.
Aquellos familiarizados con estos incidentes puede que sepan que desde que un tal “Muhed” fue nombrado Jefe de la Inteligencia en la provincia de Mazindarán, diversos grupos extremistas han ganado apoyo por sus ilegales e inhumanas acciones.
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