sábado, 14 de marzo de 2009

INTERNACIONAL - Educación Universal - Un derecho

Mi expulsión de la universidad

March 10, 2009

Iran Press Watch se entristeció al conocer la reciente expulsión de tres estudiantes universitarios bahá’ís y se ha apresurado a publicar a continuación la traducción del testimonio de uno de estos tres jóvenes.Marzo de 2009Por Sina DanaFue a finales de septiembre de 2008, alrededor de las 11 de la mañana cuando mi hermano, expulsado de la universidad por ser bahaí, se puso en contacto conmigo y me dijo que gracias a las asignaturas que había escogido, había sido admitido en la Universidad de Sahand, en Tabriz, para estudiar Ingeniería Medica.Estaba encantado y emocionado de saber que podría continuar con mis estudios en una universidad pública y convertirme en un miembro activo de la sociedad y ofrecer un verdadero servicio a mi patria. Consulté la página web de la universidad y tomé nota de las requisitos para matricularse. Siguiendo las normas y reglamentos pertinentes, fui a la universidad en el día que me indicaron. El impreso de inscripción pedía al solicitante que identificara su religión, y afortunadamente, la casilla de opción múltiple permitía indicar “otra religión”, que fue lo que yo seleccioné.La matrícula se completó sin ningún tipo de dificultad y fui aceptado como estudiante de primer año. Tenía presentimientos buenos y positivos, ya que podría estudiar, junto con otros estudiantes procedentes de todo Irán, de diferentes orígenes y con diversas experiencias de aprendizaje.Así siguieron las cosas hasta que la universidad comenzó a expedir tarjetas de identidad a los estudiantes. Al igual que otros estudiantes, esperaba que me llegara mi tarjeta de estudiante. Después de algún tiempo, sin embargo, me di cuenta de que todos los demás estudiantes habían recibido las suyas, pero yo aún no. Así que fui a ver a los funcionarios responsables y me dijeron que no conocían la razón de esta demora. Sin embargo, me prometieron investigar el asunto y afirmaron categóricamente que el retraso no me causaría ningún problema, y que podría presentarme a los exámenes sin dicha tarjeta de identidad.A pesar de lo ocurrido, hice los exámenes del primer trimestre y gracias a Dios, pude terminarlo.Con la finalización del primer cuatrimestre, llegó el momento de escoger las asignaturas para el segundo. Al igual que todos los demás alumnos, pasé por el proceso de selección y comencé el segundo cuatrimestre.El primer día entré en la página web de la universidad y no encontré ningún dato sobre mi matrícula. Esto implicaba que no podría participar en las clases como todos los demás y no podía seguir el proceso normal.Varias veces, me puse en contacto con los funcionarios responsables de la escuela y me dijeron que no se les había dicho nada acerca de mi situación. Cada vez que hablaba con ellos, sus palabras me convencían de que podría continuar con mis asignaturas al igual que los demás estudiantes.Sin embargo, el 3 de marzo de 2009, mi nombre había desaparecido de la página web de la universidad. Al intentar entrar en la página, apareció un mensaje: “Este usuario ha sido desactivado”. Cuando vi este mensaje, me puse en contacto con la universidad. Después de varias horas, la Sra. Cheraghi, la persona encargada y Presidenta de la universidad, respondió finalmente a mis llamadas de teléfono y me dijo que la Organización para la Evaluación y Medición de la Educación había retirado mi nombre. Añadió que sólo con ver el asunto con este organismo podría recuperar mi admisión. Cuando le pregunté por las razones de mi expulsión, me colgó el teléfono sin dar una respuesta.¿Es este realmente el final de mi educación? ¿Voy a ser otro joven bahá’í iraní que, al igual que otros miles de jóvenes bahá’ís iraníes, ha sido privado de la educación superior? ¿He sido expulsado de la universidad, sin razones ni pruebas algunas, sino solo caprichosamente, por la Organización para la Evaluación, una organización cuya función debería ser facilitar a las personas la posibilidad de asistir a la universidad, en lugar de denegarles esta oportunidad?¿Qué respuestas se pueden dar a estas preguntas? ¿Se me debe privar de continuar con mi educación en este país, ya que mis creencias son diferentes? ¿Cuál sería la reacción de otros estudiantes que están estudiando en esta universidad? Otro alumno, en el segundo semestre, ¿se vería obligado a afrontar la misma pregunta desafiante, ocupando el lugar de Sina Dana? Cortar una conversación de manera tan simple como es colgar el teléfono, ¿es el final?La mente inquisitiva de los jóvenes encontrará las respuestas a todas estas preguntas, ¡incluso si no se les da ninguna respuesta![Fuente: http://www.agahee.org/content/view/757/45/ ]
Publicado en Negación de oportunidades educativas Post a comment or leave a trackback: Trackback URL.